¿Por qué algunas marcas no se olvidan?
- Mosaico Brand Management
- 7 jul
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¿Por qué algunas marcas no se olvidan?
En un mundo saturado de estímulos visuales, donde el consumidor promedio se expone a entre 6,000 y 10,000 anuncios a diario, estos se graban en nuestra memoria. En cambio, otros se desvanecen sin dejar rastro. ¿Qué magia poseen las marcas que no se olvidan en el territorio más valioso: nuestra mente?
The "Von Restorff" effect: to stand out is to survive
La neuropsicóloga Hedwig von Restorff descubrió que, entre artículos similares, recordamos mejor el diferente. Nike no solo vendía zapatillas, sino también la idea de traspasar los límites con su enfoque "Just Do It". Mientras miles de marcas describían productos, Nike describía actitudes. Este fenómeno neurológico explica por qué recordamos a Apple en una época donde todos los ordenadores eran iguales: se atrevió a pensar de forma diferente cuando otras marcas pensaban igual.
La ciencia detrás de la memorabilidad: el "efecto de la mera exposición"
Un dato fascinante: según estudios de neuromarketing, necesitamos entre 5 y 7 exposiciones a una marca para empezar a recordarla, pero la memorabilidad aumenta exponencialmente cuando esas exposiciones van acompañadas de una experiencia emocional. Netflix no solo cambió la forma en que consumimos contenido, sino que también asoció su marca con el placer del descubrimiento. El característico "tun-tun" de Netflix genera una liberación anticipatoria de dopamina: hemos sido condicionados a sentir placer al escucharlo.
El fenómeno de las "marcas zombi": cuando el olvido no mata
Algunas marcas aparentemente olvidadas experimentan sorprendentes resurgimientos. Polaroid, que parecía destinada al olvido en la era digital, ha resurgido entre los millennials y la generación Z. No es casualidad: las investigaciones demuestran que experimentamos nostalgia anticipatoria: anhelamos experiencias tangibles en un mundo cada vez más virtual. Las marcas que conectan con esta paradoja humana logran sobrevivir incluso después de ser olvidadas.
Las tres dimensiones de la memorabilidad
Las marcas verdaderamente inolvidables operan en tres dimensiones simultáneamente:
Singularidad cognitiva: Ofrecen un concepto que desafía nuestros esquemas mentales. Tesla no solo vendió autos eléctricos; redefinió el significado de conducir.
Relevancia contextual: Se integran en momentos significativos de nuestras vidas. Spotify no solo ofrece música; crea la banda sonora de tu vida con sus listas de reproducción personalizadas de fin de año.
Resonancia emocional: Generan sentimientos que trascienden la funcionalidad. Un estudio de la Universidad de California demostró que el 79 % de las experiencias de marca que recordamos vívidamente después de dos años contenían un componente emocional significativo.
El fenómeno de la "amnesia de marca": por qué olvidamos
El cerebro humano está diseñado para olvidar. Contrario a este proceso natural, las marcas olvidables cometen errores específicos:
Excesiva similitud: ¿Podrías nombrar cinco marcas de pasta de dientes sin pensarlo mucho? Probablemente no, porque la mayoría sigue estrategias visuales y de comunicación casi idénticas.
Inconsistencia narrativa: Las marcas que cambian constantemente su mensaje alteran las vías neuronales que construyen la memoria. Cada cambio radical equivale a empezar desde cero.
Deficiencia experiencial: El 73 % de las personas recuerdan mejor una marca después de interactuar físicamente con ella. Las marcas puramente digitales sin experiencias táctiles tienen dificultades con esta limitación neurológica.




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